Como toda historia he de empezar por el principio, y
sobre todo presentándome. Mi nombre es Zoe, Zoe Thompson. Si bien toda mi vida
había anhelado tener una historia interesante que contar, he de decir que tras
varios intentos fallidos de crear historia, por fin lo conseguí. Y aprendí una
lección muy importante; las mejores cosas que te ocurren, esos pequeños
momentos que marcan tu vida para siempre, es el destino quien los marca y no
tú. Cualquier cosa que sea prevista no saldrá como has deseado. Sin embargo,
cuando haces algo sin prevenirlo, arriesgándote, y siguiendo a tu corazón, ten
por seguro que jamás olvidarás ese momento, porque las mejores cosas ocurren
cuando menos te las esperas. Porque me había pasado toda mi vida previniendo y
organizando todo lo que me iba a ocurrir y cuando por un instante deje de
hacerlo, el destino hizo de las suyas.
Mi historia, como dije antes fue breve hasta que el
destino decidió cruzar mi camino con el de personas maravillosas que dieron
sentido a mi vida. Mi pasado y presente es que he tenido que presenciar la dura
separación de mis padres, congeniándola con mi vida sin sentido alguno, lo cual
me dificultaba seguir adelante, aunque nunca deje de hacerlo. ¿Motivos? En mi
opinión les faltaron, no creo que el hecho de que mi madre estuviera cansada de
que no estuviera en casa y se que supuestamente no la quisiera porque no pasaba
tiempo con ella fuera motivo suficiente como para arruinar sus vidas, y no solo
las suyas sino la mía también. Aun que supongo que los adultos en ocasiones son
un poco egoístas. Mientras yo pasaba por el agujero negro de mi vida ella se
dedicaba a rehacer su la suya con un rico gruñón que piensa que puede comprar a
la gente con regalos, claro está que no lo conseguía. Como lo odiaba tanto me
dedicaba a sonsacarle cosas, consiente de que me compraría lo que fuera con tal
de conseguir el cariño de su hijastra.
Dejando mi vida a un lado ¿Qué tal si os hablo de mi? Nunca
se me ha dado demasiado bien presentarme, así que diré lo justo y necesario
para que os hagáis una ligera idea de mi. Soy una chica de 17. Personalmente me
considero buena persona, amigable y divertida, aun que supongo que eso es algo
que solo sabe la gente muy cercana a mi, pues me cuesta en ocasiones abrirme a
la gente. Tengo que decir que soy una cobarde, jamás me atrevería a dar el
primer paso en ninguna relación, y como si no arriesgas no ganas, es normal que
yo no haya ganado nada. Físicamente tengo el pelo color castaño claro, ondulado y
largo. Tengo los ojos de color miel y de cuerpo soy normal; ni muy flaca ni
gordita. Mido 1’62cm de alto.
Si bien
os he hablado de mi y de mi maravillosa familia (nótese el sarcasmo) creo que sería de mala educación no presentaron a mi
apoyo moral, a mi mejor amiga. Ella es Adriana Avellaneda. Compulsiva, bipolar, divertida,
extremista, simpática, pero sobre todo buena amiga. Nos conocemos de toda la
vida por lo cual no falta decir que siempre andamos juntas. Una gran lección
que debí haber aprendido de ella; no fiarse de nada ni de nadie a la primera de
cambio. Supongo que no logre conseguirlo… a ella le suele costar coger
confianza a las personas y sobretodo es muyyyy difícil ganarse la suya. Al
principio suele mostrarse un poco distante, pero os aseguro que cuando la
conozcas llegareis a decirme que habla demasiado.
¡Hola! ¡Por supuesto que si Zoe, manda los datos y en breve pongo tu novela en el directorio.
ResponderEliminarMe ha gustado el prologo, me alegra que Adriana ya esta recuperada y que se tengan la una a la otra.
Pd. Me gusta muchisimo tu diseño, en especial el gif de la chica a la derecha :)